21 de noviembre de 2010

Proyecto de Noviembre - Especial terrorífico

¡¡¡Hola a todos!!!

¡¡¡Pues llego el gran día!!!

Desde que leí la convocatoria a mi mente llegaron los muchos relatos que mi abuela me contaba cuando de niña y que en la actualidad, mi madre siempre los cuenta -a pesar de mi edad- por estas fechas. Entre ellos hay tres que destacan y siento confesar abiertamente que he escogido una para transmitírsela a ustedes, porque tales cuentos pasan de generación en generación y por consiguiente, no hay libros que inmortalizan las ideas de mis antepasados.

Así que, los nombres son ficticios, pero los hechos no -claro, ha sido refinado en las palabras, porque si lo contara como debiera de ser, creanme que no me entenderían, debido a la cantidad de modismos que contiene-.

Ojala lo disfruten, tanto como una servidora se da el gusto de recordarlos y por ende, cumplir con el granito de arena que todos, mes tras mes, colocamos en nuestro circulo de escritores.

¡¡¡Que tengan un buen inicio de semana!!!

Abrazos =D

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LOS HUESOS DE JUANA

Cuenta la gente, en un pueblo cercano a la costa de Tabasco, de la tragedia paranormal que vivió la familia Güemes justo el día de los difuntos. Micaela era una joven costurera y ama de casa que no creía en la presencia de los espíritus en tales fechas importantes de cualquier mexicano. Su marido, José y su suegra, Hilda, le habían charlado hasta el cansancio de las muchas anécdotas y vivencias que en el pueblo sucedían año tras año. Hacía ya más de dos años que su madre, Juana, había fallecido a causa de un cáncer de hígado y con ello, ella había dejado de creer en los espíritus de los muertos, por lo cual, no concebía la idea de colocar una ofrenda.

Y llego el día esperado…

Eran las 11 de la noche, cuando su marido se disponía a retirar a sus aposentos, no sin antes advertirle:

-Creo que es momento de que descanses mujer, ¡¡No vaya a ser que la catrina te venga a llevar!!-, le dijo muy seriamente y con un tono de voz que denotaba miedo.

-¡Por favor José! ¡Ya estas demasiado grandecito para creer en tonterías! Además, tengo demasiada ropa por elaborar que ni tiempo me da en el día. ¡¡Déjame en paz y si quieres ve a descansar tú!!-, le contesto de muy mal humor Micaela y prosiguió a seguir trazando en la tela, las partes que le darían forma a un lindo vestido azul.

Pasaron más de dos horas, hasta que los perros comenzaron a aullar tristemente y los gallos inexplicablemente iniciaron a cantar. Micaela escucho que alguien, desesperadamente tocaba a su puerta con mucha fuerza.

-¡Buenas noches! Disculpe señora, pero llevo prisa. ¿Podría guardarme este bulto en su casa? Al final del mes vendré a recogerlo y le daré una buena gratificación.- Le comento desesperadamente un hombre alto, moreno, de facciones hermosas y con una gran sonrisa en los labios.

-¡Espere! ¡Oiga, yo a usted no lo conozco!... Pero no… ¡¡¡No corra por favor!!! ¡Su paquete!- y tras la ligera neblina que comenzaba a caer, el hombre desapareció sin dejar rastro alguno.

A la mañana siguiente, sintió Micaela la necesidad de contárselo a su esposo. Ella desde ese encuentro sentía una especie de pánico y curiosidad al ver el bulto de color negro.

-¿Cómo que le abriste la puerta para recoger un bulto a un perfecto desconocido? ¡Estás viendo como se encuentra la situación de inseguridad en el país y bien samaritana te pusiste!- Le grito con demasiado enojo José a su esposa, cuando en eso, el bulto misteriosamente cayó desde la silla al suelo, deshilvanando una verdad demasiado cruda. Entre los huesos se encontraba una nota con lo siguiente:

“Hija, ¿Por qué no crees en el regreso de los espíritus para estos días? Sí, soy yo, tu madre aquí entre toda esta pila de huesos. He venido para demostrarte que hace dos años paso a tu casa para saludarte y me he encontrado perdida siempre en el camino. ¡Quisiera que hicieras algo por mi!”

Fue tanto el impacto al leer esas palabras, que se desmayo para luego, despertar en un mar de confusión con sus ideas. José mientras tanto, salió a buscar a su madre para tratar de buscar alguna solución.

-¡Tienes que poner una ofrenda para tu suegra! ¿Recuerdas que gustos tenía en vida? Aparte tendrán que esperarla toda la noche del último día del mes, para devolverle sus huesos a la muerte- le respondió en un tono compresivo su mamá.

Los días pasaron, mucha gente se entero de lo sucedido y mientras tanto, Micaela se había refugiado en pasar casi la mayor parte del día en la iglesia, divagando entre sus pensamientos, además de que iniciaba a perder la cordura con sus llantos y gritos sin sentido.

Llego el día 30 de Noviembre, la gente creyente de lo acontecido, se reunieron para hacer un rosario en casa de la hoy occisa… Pero después de las 10 de la noche, iniciaron a resguardarse en sus casas, estaban temerosas de lo que fuese a suceder. Mientras tanto, José iniciaba a mirar el reloj de pared con mucho terror.

Micaela evoco entre sus recuerdos, un mantel blanco que su madre había tejido antes de morir y que con mucho cariño le había regalado. Se dirigió aprisa al ropero y coloco allí los huesos de Juana.

La puerta volvió a sonar, esta vez con toques muy suaves. Micaela se acobardo y José fue velozmente a recoger el bulto para entregarlo al hombre que yacía en la puerta, esperando alguna respuesta por parte de ella. Al ver que nadie pronunciaba palabra alguna, el hombre se dirigió a ellos con voz tenebrosa:

-¡Espero que hayas aprendido la lección! Te dejare con vida, porque esa será tu gratificación, no desperdicies tú tiempo en cosas banales.- Y como por arte de magia, los huesos tomaron la forma de su mamá, para que ambos, marcharan por la calle, donde la niebla hizo que se perdieran los pasos.


13 comentarios:

  1. Qué bueno, me encantan los cuentos populares, en mi pueblo hay muchos terroríficos y nos gusta sentarnos a contarlos ^^

    Gracias por compartirlo con nosotros.

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  2. Que interesante. Además al ser una historia popular el matiz terrorífico se acentúa aún más.
    Está muy bien. Besos

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  3. Conozco una variación de la historia, pero termina diferente.
    Me gustó, siempre es interesante conocer leyendas de otros países.

    Muy bueno tu aporte :-) Beso!

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  4. Me encantan las leyendas:D

    te ha quedado genial:D

    kisses..

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  5. Tiene el sabor de las historias que leía antes sobre esa noche. Saludos.

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  6. Me gustan las leyendas, esta no la conocía. Un saludo

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  7. Adoro las leyendas y me parece fantástico que aproveches para divulgar esta. Hace poco leí un libro de historias populares que han ido perdiendo su significado con el paso del tiempo. Es fenomenal que las recuperemos.
    Un beso enorme, me ha encantado.

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  8. Nunca habia oido esta leyenda, esta muy bien narrada.
    Saludos!

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  9. nunca había escuchado esa historia, es bastante apropiada para el día de los muertos. Saludos!

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  10. Chic@s! Muchas gracias por sus comentarios!!! Espero darme la vuelta el domingo por la tarde para leerlos todos de una vez!!! Cuidense mucho, buen fin de semana!

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  11. Me ha gustado muchoooo
    en mi país también hay varias historias de este tipo y me gusta mucho oírlas todas :-D

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  12. Que me gustan los cuentos de aparecidos jeejeje. Gracias por compartirlo ^^

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  13. Me encantan esas historias. Y la narraste bien. No es por dar trabajo, pero deberías considerar hacer ese recopilatorio que nadie ha hecho. Al menos en una sección del blog, si no es publicando.

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